lunes, 28 de abril de 2008

En la sala de operaciones

Abstenerse aquellos que sean aprensivos



una vez entré en los quirófanos me metieron en la sala de pre operatorio. Las típicas preguntas (supongo), alérgico a algún medicamento, alguna enfermedad o si estaba bajo alguna medicación. Todo no. Así que me dijeron que me iban a dormir de cintura para abajo, no recuerdo si me dijeron que me iban a injectar epidural o algo similar, noté un lijero pinchazo pero nada más. Y eso que me habían dicho que dolía, JA, pues nada de nada (es que os quejais de todo jeje). Al cabo de unos minutos empecé a notar los efectos, me toqué la pierna (la derecha, osease la buena) para notar los efectos de la anestesia, increible sensación.
Después pasamos al plato fuerte, me llevaron al quirofano número 2 (uff, aún que lo recuerdo). Es una sala grande, de unos 30 m2, había un reloj analógico y lo que parecia un cronómetro en la pared de la derecha y en medio de la sala mi camilla, a la que me trasladaron entre 3 enfermeros. Yo no sentía nada. Tenía al anestesista detrás de mi, mientras enfrente un grupo de 4 personas me preparaban. Me sacaron el vendaje compresivo con unas tijeras y me levantaron la pierna, en ese punto no sentía absolutamente nada, notaba que me movían la pierna aparte que podía verlo, me pusieron una especie de venda elástica por toda la pierna y me la sacaron, luego me iodaron (existe??) la pierna entera, aquí acabo mi visión de la operación. Me pusieron una sabana para que no viera nada, ahí empezaba la zona esterilizada según ellos. Por mucho que lo intentara no veia nada. En este punto creo que aguanté despierto unos 3 minutos. Cuando desperté tenía un tubito en la nariz y parte de la sabana que separaba la zona esterilizada había caido, por lo que podía subir un pelín la cabeza y ver algo, muy poquito. Miré el reloj y el crono, estabamos ya en 1h 38 m. Pasaron 10 minutos más hasta que acabaron del todo. El doctor Moreta había acabado me miró y dijo que todo había ido fenomenal. Tan solo quedaba ponerme las grapas y el vendaje de yeso-
Todo había acabado de ahí a la sala de post operatorio. Tenía una chica al lado que la habían operado de tiroides y podía escuchar algún que otro quejido no muy lejos de donde me encontraba. Después de unos 15 minutos, que por cierto estaba como al principio, de coña, me sacaron fuera y pa la habita!!!
No podía creerme que me encontrase tan bien, sin dolor. Parecía un sueño y yo encantado. Ni siquiera pensé que la señora anestesía seguía conmigo y que lo peor estaba por llegar ...

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